sábado, 10 de diciembre de 2016

Cáncer y grasas saturadas. Stop al aceite de palma

Preocupación por los alimentos procesados

La proteína CD36, involucrada en el metabolismo de los lípidos, promueve la diseminación del cáncer oral, de mama y melanoma.

En la revista Scientific American se ha publicado un estudio reciente que demuestra la relación entre grasas saturadas y cáncer. Os dejo un fragmento del artículo:

Los autores del estudio también han establecido una relación entre la dieta rica en grasas y las metástasis más agresivas. Los resultados demuestran el efecto potenciador de los ácidos grasos en la diseminación de un cáncer. El 30% de los ratones con cáncer oral que siguieron una dieta convencional desarrollaron metástasis, mientras que esta tasa aumentó hasta el 80% cuando se les administró una dieta un 15% más rica en grasas.

“La obesidad aumenta el riesgo de cáncer, estos resultados podrían ser otra cara del consumo excesivo de grasas, sobre todo las saturadas”, apunta Abel Mariné, catedrático emérito de nutrición y bromatología de la facultad de farmacia de la Universidad de Barcelona (UB).

Las grasas en la dieta son “esenciales” para la salud, indica Massagué, aunque el consumo excesivo sea nocivo: “el trabajo de Aznar-Benitah remarca cómo las grasas pueden exacerbar la formación de metástasis en un tipo particular de cáncer en un modelo experimental”.

Además el estudio ha puesto el foco en el ácido palmítico, el ácido graso saturado más común de la dieta de los países industrializados, incluso en aquellas regiones donde debería reinar la dieta mediterránea. “La crema de cacao, leche y avellanas es básicamente ácido palmítico enlatado”, advierte Aznar-Benitah sobre las dietas industrializadas. Esta sustancia se encuentra en muchos productos de supermercado y comida preparada, sobre todo en forma de aceite de palma porque el producto no se oxida (resiste muy bien a las altas temperaturas) y es más económico que el aceite de oliva o girasol.




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